Decepción

Desilusionada de palabras engalanadas
sin resquicio de verdad.
Engañada me he sentido
al comprobar que todo lo prometido
no tenía veracidad.
Cansada de "te quieros" tirados al vacío,
y aquellos "por siempre" que se rajaron al tiempo
como un descosío.
Es tan fácil montar ilusiones...
Me he preguntado tantas veces qué hacer con este corazón mío...
Me duele tanto tener tan roto ese sentido
de creer que todo saldrá bien.
Harta de apostar en corazones con puertas abiertas,
de creer en la oportunidad con fachada de princesa.
Qué embustero pasajero la palabra que corrompe
flagelando al deseo.
Un deseo de futuro
que se detiene en peleas de patoso fruto,
donde nace entre ambos el inevitable muro.
Ya no se hallazga amor cuando
se ha torturado sin descanso y con bravura.
Se descubre, pues, la razón de que seguir
en este lecho, es locura.
En la coincidencia recurrimos a la definición de "Destino".
A veces las señales no son buen amigo...
El acierto es un juego de azar con grandes
probabilidades de desatino.
Es mayor el ansia de necesidad
que la fuerza de controlar caer de nuevo.
Ojalá el valor de persona tuviera espejo.
No quiero disculpas de la causa de mi angustia,
como si pudiera olvidar la suma de las pullas
que hicieron burla a mi astucia.
El pasado que ralló a la piel
siempre queda en el cajón de quejas.
Cuando de nuevo rompas mi paz,
recordaré sonrisas muertas.
Hay amargos tragos que nunca se pueden olvidar.
Regresan en cada minucia donde quepa comparar.
Quisiera cubrir mis ojos,
dejar de ver cómo se abre mi piel...
No se puede arreglar un destrozo,
pero hay que ser fuerte para
inventar vendas en el sollozo.
Burlaré a la conciencia para no recordar
lo poco que me hizo bien y lo mucho que me hizo mal.