Tú misma

Todos somos incompletos sin esa pieza que complemente nuestro ser.
Es una necesidad, que se evoca en la carencia,
y suministra vida, como agua a nuestra sed.
No es tarea fácil encontrar a esa persona cómplice.
Y no sé si es más sufrido creer que para nosotros no existe,
o tenerla y temer que nos olvide.
En el amor no existe manual para expresar,
y lo que para algunos es indebido, lo toman como algo inmoral.
Y puede que sea libídine lo que para mí es mi mundo,
pero es dónde y cómo yo se amar.
Que te importe lo que tu sientes,
no lo que digan aquéllos comentarios dañinos que actúan como jueces.
Sólo es árbitro de nuestras vidas el tamaño de nuestra sonrisa.
¿Qué importa todo, cuando existe el amor?,
si vivimos intentando que todo funcione organizado, y equilibrado,
y no nos damos cuenta de que malgastamos cada segundo
queriendo que todo sea ideal,
cuando lo perfecto es diferente en cada forma de pensar.
Puede que claven rechazo en tu ser, con miradas hirientes,
pero puede que tarde o temprano, todo el daño que te producen,
de alguna forma inesperada, se devuelva.
Pues la vida siempre trama una manera.
Porque así a veces  no puedo yo evitar sentirme imperfecta o insuficiente.
Que el mundo se me escapa, y entre lágrimas, me auto-juzgo
de ser la misma idiota de siempre.
Me vengo abajo y me derrumbo.
Pero en los momentos de fracaso es cuando te das realmente cuenta
de quién te quiere de corazón, sin mirar tus complejos, tus manías, ni tu error.
Lucharé por no hacer de mi sueño, un sentimiento difunto.
Aprendes entre cada carcajada inhumana,
que la razón no se encuentra en donde hay una mayoría de pensamientos en común,
si no en la reflexión de que lo que hace feliz, vale la pena,
y que lo que merece la pena, lo eliges tu.



No hay comentarios:

Publicar un comentario