Deshaciéndome como hielo en tu copa,
pierdo mis latidos,
pues te pierdo a ti.
Me despides como nota de tu boca;
me tuviste en tu aliento,
y me destruyes lento,
haciéndome más pequeño
y ciego, al fin...
En el desplomo de mi melancolía
pierdo la compostura;
mi ego y tu olvido, me destruye a mí...
Bajo la calidez de unas tristes sábanas,
me recuerdo que mis días mas felices
vivieron acariciándote,
perdiendo posiblemente,
mis últimas caricias de lucidez...
Qué daño te hice?
Qué herida provoqué?
Si por quererte herí mi fe
y derrame la sangre
en llantos de verdadero amor.
¿Dónde está tu sentir?
pareciera que no tienes corazón.
¿Acaso no sientes?...
o te escondes bajo esa apariencia
para no sufrir?
¿Crees, tal vez, que necesitas conocer
más caminos para encontrar tu destino?
¿Acaso no me ves?
Tal vez no puedo ofrecerte la total complicidad...
pero puedo regalarte el amor más eterno
que puedes lograr,
pues para ti lo tallé.
Pulí mi dolor pasado, y lo zanjé.
No me hagas daño, que mi vida eres tú.
Esculpí mi afecto y te lo entregué.
Devuélvemelo, que es mi luz para vivir.
Devuélvemelo, como sólo podrías hacer.
Devuélvemelo, volviendo a mí.
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